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GENERAL
El trilingüismo, a debate
Cuatro expertos en educación analizan las ventajas e inconvenientes de la propuesta
07.03.10 - 02:44 -
IÑAKI AZURMENDI
Director del instituto Botica Vieja. El centro bilbaíno fue pionero en implantar el Bachillerato trilingüe en la red pública.
ANA EIZAGIRRE
Coordinadora de la confederación de padres y madres EHIGE. Representa a las familias de los centros de la red pública vasca
MARIAN OZCARIZ
Viceconsejera de Educación. La 'número dos' del departamento de Isabel Celaá es una de las artífices de la propuesta.
AITOR BILBAO
Director de Kristau Eskola. La red de centros concertados religiosos reúne a 150 colegios donde estudian unos 80.000 alumnos.
LAS FRASES
MARIAN OZCARIZ VICECONSEJERA DE EDUCACIÓN
«Las experiencias dicen que incorporar otra lengua genera más afecto a las que ya se estudian»
AITOR BILBAO DIRECTOR DE KRISTAU ESKOLA
«La propuesta supone oficializar lo que se está ya haciendo en muchos centros»
ANA EIZAGIRRE COORDINADORA DE EHIGE
«El euskera sale peor parado. Nos preocupa que podamos perder nivel»
IÑAKI AZURMENDI DIRECTOR DE INSTITUTO TRILINGÜE
«Si un profesor de inglés se pone enfermo, tenemos problemas para sustituirlo»
El marco de experimentación trilingüe presentado el pasado miércoles en el Parlamento por la consejera, Isabel Celaá, para impartir las enseñanzas en euskera, castellano e inglés ha desatado una pequeña revolución en la comunidad educativa. De momento, la iniciativa del Gobierno vasco consistirá en un plan piloto de tres años en 40 centros pero, si funciona, esta metodología sustituirá al actual sistema de modelos A (castellano), B (bilingüe) y D (euskera). Para analizar sus pros y sus contras, EL CORREO ha reunido en torno a la misma mesa a la viceconsejera de Educación, Marian Ozcariz, a la coordinadora de la confederación de padres y madres de la escuela pública (EHIGE), Ana Eizagirre, al director de la red de centros religiosos concertados Kristau Eskola, Aitor Bilbao, y a Iñaki Azurmendi, director del instituto bilbaíno de Botica Vieja, con diez años de experiencia en trilingüismo a sus espaldas.
-¿Creen acertado sustituir el actual marco de tres modelos lingüísticos por un sistema único con el euskera, el castellano y el inglés como lenguas vehiculares?
-Aitor Bilbao: La propuesta es muy positiva, porque además de superar el actual marco, que ha dado sus logros pero que ya tiene muchas carencias, va en la línea de lo que estamos haciendo muchos centros en los últimos años. Aunque nosotros, más que de marco trilingüe hablaríamos de marco plurilingüe porque las experiencias europeas van más en la línea de dos idiomas extranjeros. También vemos positivo que la propuesta trata de despolitizar los idiomas y los toma como riqueza cultural, al margen de polémicas del tipo euskera sí, euskera no o castellano sí, castellano no.
-Ana Eizaguirre: Hace muchos años que se venía reclamando un nuevo marco. El actual ya no es válido, aunque ha conseguido muchos avancen en el bilingüismo que no se ponen en duda. Siendo acordes con las directivas que llegan de Europa, la mayoría del alumnado debería ser trilingüe en unos años. Pero antes es fundamental garantizar el bilingüismo. Y aquí tenemos nuestras dudas.
-Marian Ozcariz: Las características de la experimentación que proponemos son distintas de otras que se han hecho. Si acertamos con el plan, igual conseguimos superar el sistema de modelos, un asunto en el que que desde hace mucho tiempo hay una sensación de que hay que dar un paso adelante. Pero con consensos. Eso está claro. No iremos nunca a la superación del marco actual si no hubiera un consenso social y político suficiente para hacerlo sin imponer nada.
-¿La falta de profesorado con conocimientos de inglés va a ser un hándicap a la hora de llevarlo a cabo?
-Iñaki Azurmendi: Cuando implantamos el trilingüismo en nuestro centro, no tuvimos problemas, porque teníamos profesores preparados. Pero ahora sí los tenemos con las sustituciones del personal. Si la docente de Historia o el de Dibujo Técnico se ponen enfermos, no hay nadie para suplirlos.
-Marian Ozcariz: Estamos mejor de lo que pensábamos, aunque no tenemos datos exactos de cuántos profesores están preparados para impartir docencia en inglés. Ya estoy trabajando en una orden de acreditación para que cualquier docente del sistema público que tenga una titulación de inglés, pero no la haya acreditado nunca pueda hacerlo. Así podremos tener una base de datos actualizada. El profesorado de Primaria es más polivalente, porque el especialista de Inglés además es generalista por lo que puede impartir otra materia. En Secundaria, el problema es más específico. Una persona puede tener un título de Filología Inglesa, pero si no tiene otra especialidad, no podría impartir su materia o tendría más dificultades.
-Ana Eizaguirre: Y habrá que valorar si ese nivel que se pide de B2 es suficiente, porque el marco europeo dice que el B2 es el nivel que tiene que alcanzar una estudiante de 16 años. No es lógico que el nivel que tiene que conseguir el alumnado sea el que tiene el profesorado. Eso no cuadra: el nivel del profesor que va a dar la materia en inglés tiene que estar muy por encima del que teóricamente se le pide al alumnado. Luego esperamos que, si hay que preparar al profesorado, la formación se haga fuera del horario escolar, no como se ha hecho con Eskola 2.0.
-Aitor Bilbao: Nosotros seríamos más partidarios de hacer una evaluación inicial del profesorado en su competencia idiomática contrastada más su competencia en el marco metodológico profesional: no es igual dominar el inglés que poder dar Filosofía en inglés. Vemos necesario hacer un plan estratégico de cara a las nuevas contrataciones de docentes y también para ver como podemos adaptar a gente que podría 'inglesificarse'. Habría que hacer una apuesta estratégica similar a lo que se hizo con Irale.
-¿Los mínimos establecidos por el Departamento de Educación, 5 horas en Primaria y 6 en Secundaria para cada lengua (20% del horario) les parecen adecuados?
-Iñaki Azurmendi: Nosotros empezamos con un planteamiento teórico que destinaba 1/3 del horario a cada lengua, pero la realidad sociolingüística no era esa. En Bilbao, el 100% es castellano parlante y la población euskaldun es minoría. Así que planteamos un cambio y dedicamos sólo una asignatura, Filosofía en castellano, y el resto se reparte entre euskera e inglés. Si el alumnado tiene que hacer la selectividad en inglés, no sería suficiente con el 20%.
-Marian Ozcariz: La propuesta permite que haya distintos tratamientos lingüísticos, que se adapten al proyecto de cada centro y además nos va a permitir hacer determinado tipo de indagaciones. Porque igual descubrimos que da buenos resultados impartir tres días a la semana Sociales en inglés y el cuarto en euskera o castellano para garantizar que los conceptos están afianzados.
-Aitor Bilbao: Otra de las ventajas de la propuesta es que no se ciñe a un modelo rígido, como los que hemos visto en otros sistemas educativos, como establecer un 30% para cada lengua, independientemente del contexto lingüístico del centro, si es euskaldun o no.
-Ana Eizagirre: Está bien que cada centro pueda elaborar su propio proyecto, pero tal y como está planteada la experiencia el número de horas de euskera se reduce, en favor de las horas de inglés o castellano. A eso le vemos una pega, porque aún no se ha conseguido el bilingüismo y la competencia que peor parada sale es la lingüística en euskera. No preocupa que podamos perder nivel de euskera.
-Marian Ozcariz: Se podrá dedicar hasta el 60% de horario al euskera. Es una diferencia de un 10% arriba abajo respecto al actual modelo D.
-Ana Eizagirre: Algo más, se perderían entre 3 y 5 horas.
-Marian Ozcariz: Yo creo que no todo son horas, sino también es importante el tipo de metodología que se utilice y la motivación para aprender. Las experiencias dicen que incorporar una lengua genera más afecto a las que ya se estaban estudiando y no hay detrimento del logro. Si viéramos que eso ocurre así, lo reconduciríamos. No queremos que la experiencia progrese a costa de nada, y mucho menor respecto al objetivo del bilingüismo.
-Ana Eizagirre: Aquí voy a tocar un tema tabú: quizás haga falta una sexta hora en Primaria, porque ya estamos en un compendio de horas muy ajustado para el desarrollo lingüístico. En Cataluña, ya se lo han planteado. Y ojo, no estamos diciendo que el profesorado tenga que trabajar más horas, pero para asimilar todas estas competencias a lo mejor se necesita una hora más.
-Marian Ozcariz: Ése es un tema que está ahí y que nos podemos plantear.
-¿Se garantizan los objetivos lingüísticos?
-Aitor Bilbao: Uno de los aspectos más potentes de la propuesta es que cambia el modelo de marcos, algo muy encasillado que no responde a lo que queremos hacer, por un planteamiento de proyecto lingüístico. Un mismo centro se ve en ocasiones en la esquizofrenia de ofrecer hasta tres modelos y eso no es bueno para la cohesión social. Pero sería bueno fijar los objetivos a conseguir.
-Marian Ozcariz: Ya están en el currículum...
-Aitor Bilbao: Ahí están los mínimos, pero si realmente queremos mejorar nos nos faltarían los convenientes y los óptimos. El sistema tendría que tener flexibilidad para que allí donde ahora no se consiguen los mínimos por ley, se tuviera un planteamiento diferenciado. Por ejemplo, si un centro de modelo D no alcanza los niveles de euskera exigibles y aún así tiene que reducir las horas de euskera para entrar en el plurilingüismo, difícilmente va a mejorar.
-Marian Ozcariz: Nosotros hemos planteado unos mínimos y a partir de ahí cada centro construye su propia aventura. Yo no creo que vaya a haber merma en cuanto al conocimiento del euskera. El hecho de que se tengan que trabajar de forma más coordinada las tres lenguas y que haya más permeabilidad en cuanto a metodología, va a tirar de todo el sistema hacia arriba. Pero si no fuera así, introduciríamos las modificaciones que fueran precisas. Vamos a verlo.
-Aitor Bilbao: Se podrían reducir las horas si ese centro ya ha conseguido los niveles que la ley establece. Hay que ver los contextos, porque no es lo mismo un centro D en Lazkao que un A en Barakaldo.
-Iñaki Azurmendi: Si el objetivo es que sea una lengua para hacer la selectividad, hay que meter más horas en inglés. En castellano no vemos el problema, porque la realidad sociolingüística es la que es. Lo que sí vemos es que en inglés tiene que mejorar. Los chavales que llegan de la ESO a nuestro centro a hacer Bachillerato tienen un nivel en euskera que damos por bueno, pero tienen que mejorar la competencia en inglés. Los expertos dicen que esta lengua va a ser esencial para dedicarse a determinadas profesiones en el futuro.
-El plan trilingüe se implantará en 40 centros, siempre y cuando las familias estén de acuerdo. ¿Los padres serán receptivos o desconfiarán de una iniciativa experimental?
-Ana Eizagirre: Yo creo que va a ser bien recibida. El aprendizaje lingüístico es fundamental. Cuanto más contacto tenga el alumnado con lenguas diferentes, es más positivo, aunque sólo sean experiencias parciales. Hay que quitar los miedos a que un mayor contacto con diferentes lenguas desemboque en dificultades de aprendizaje. Ser trilingües les va a beneficiar en todo, desde un punto de vista personal, cultural, de cara a su futuro laboral... y sobre todo porque van a poder interrelacionar con otras personas. Habrá padres cuyos hijos no anden bien en rendimiento que tengan dudas, pero el monolingüismo es algo antiguo, del siglo pasado. Toda Europa es, por lo menos, bilingüe.
-Aitor Bilbao: Muchos centros de Kristau Eskola llevan quince años funcionando con planes similares a esta propuesta. Las familias tienen que tener la seguridad de que no es un salto al vacío desde un cero inexistente, sino que en alguna medida es oficializar lo que se estaba haciendo ya, introduciendo además un marco de evaluación y de mejora continua.
-Iñaki Azurmendi: Las familias y los alumnos y alumnas tienen muy claro lo que quieren. Yo tengo mis dudas acerca del profesorado, si habrá docentes suficientes. En el pilotaje no va a haber problema, luego habrá que ir poco a poco. La gente que se quiera dedicar a la docencia tiene que concienciar de que, de cara al futuro, van a tener que dar clase en otro idioma extranjero.
-Marian Ozcariz: Yo diría a las familias que no tengan miedo, que estén tranquilas. Sus hijos no van a perder nada, sino que va a ser más enriquecedor para ellos, y vamos a vigilar para que eso sea así. Vamos a hacer un seguimiento para que ganen, no para que tengan dificultades. Si la experiencia se hace bien y si el profesorado es sensible a los miedos de las familias y a buscar refuerzos a aquellos chavales a los que les cueste más, no hay nada que perder y mucho que ganar. Creo que vamos a tener más demanda que oferta.
-Aitor Bilbao: También sería bueno que el pilotaje pudiera generalizarse a ese medio centenar de centros que ya están trabajando en un sistema trilingüe, que puedan tener ese paraguas. Y también, de cara a la concepción del sistema educativo en su conjunto y no como dos redes, una pública y otra concertada, que las mejoras y los recursos disponibles sean puestos encima de la mesa y distribuidos en función de la representatividad de las familias, no sólo para los alumnos de los centros públicos.
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